La atemporalidad y universalidad del variado conjunto de argumentos que entraña la intervención de una pluralidad de personas en un hecho delictivo comprueban que acaso nunca serán sobreabundantes losintentos por abordar dicho objeto de estudio. Y ello no solo porque, como lo muestra el estado actual de la discusión, el tópico sigue produciendo nuevas controversias, sino porque ya resulta difícilidentificar consensos en las supuestamente menos intrincadas.