Con ocasión del primer centenario del nacimiento de Ludwig van Beethoven, Richard Wagner publicó el breve ensayo Beethoven (1870), en el que construye, siguiendo el pensamiento de Schopenhauer e inspirándose en las ideas estéticas de Goethe y Schiller, toda una teoría de la música, esa experiencia que nos fusiona con la totalidad de la naturaleza, acercándonos al infinito, un más allá de la belleza: lo sublime, «algo que nos colma y que excita en nosotros el éxtasis de la consciencia de lo ilimitado». Beethoven, «el modelo de músico», elevó lo estético a la categoría de lo sublime, liberándolo de las antiguas formas convencionales, conquistando así la melodía que su genio, encarnación del espíritu alemán, emancipó de todo influjo a la moda y todo mudable gusto, creando una música «válida para todos los tiempos». Wagner le atribuye haber conseguido un modelo de música sinfónica para formular el canto, con su Novena Sinfonía.
Richard Wagner (Leipzig 1813-Venecia 1883) fue un compositor, director de orquesta, poeta, ensayista, dramaturgo y teórico musical alemán.