Como en un delirante juego de cajas chinas, Bestias en el tintero despliega ante nosotros la magia de la ficción literaria con tal eficacia fabuladora que acaba englobando al propio autor de la obra. El fabuloso libro del que parte este texto fue escrito originariamente en árabe por Abdul Karim, un viajero que durante el convulso s. XIII completó un dilatado periplo a través de Asia, Europa y otras regiones que mucho nos tememos solamente se ubican en el alucinado continente de su propia imaginación. Con desenfadado gracejo todo hay que decirloel crudo atrevimiento y la perversidad de nuestro racial pícaro ibérico, Abdul Karim nos irá desvelando a lo largo de la narración toda una exuberante galería de personajes desmesurados que nos desvelarán aquella Bagdad decadente y viciosa de Las Mil y Una Noches, la pervertida corte georgiana, hechizándonos con sus peripecias, unas veces crueles, otras amables, aunque siempre extremas.