Blanca busca el amor, pero huye de él. Anhela encontrar en su relación con Peter algo que no la destruya, que no le obligue a renunciar a sí misma. Envidia el amor verdadero de Ulrike y Heiner, al que cree capaz de sobrevivir a la muerte, pero construye una pasión falsa en su propia pareja, dejándose engañar por los recuerdos. Blanca huye, luchando contra sus razones y deseos. teme la soledad, pero no hace sino caminar a su encuentro.