El día de los Inocentes es tan buen día como otro para morir. Eso debió pensar Gervasio Álvarez cuando le dieron la noticia de la aparición de un cadáver. Andrea Mérida, viuda de militar, madre de tres hijos, pensionista, ha sido envenenada con un compuesto de cianuro. Nadie ha oído ni visto nada. Nadie puede explicar la causa del crimen. Nadie parece ganar con esa muerte. Por eso Álvarez decide rescatar a un buen amigo de su retiro voluntario.