"Una peseta ; Monsieur Punition Générale ; Rostro pálido ; La cola del petróleo ; Una disculpa pública ; La libreta de limpio ; El balcón ; Clases de piano ; La 25 de Contabilidad ; El padre de los Bonanza ; Un poco de ajo ; El fuego del infierno ; El primero de la fila ; ¿Cuál es la raíz cuadrada de ¿escuela+? ; La hoja dominical ; El dire Vallés ; Taquigol ; Fila india ; Mañana, íexamen! ; Cuentos para (no) dormir ; Los Reyes Magos ; Don Dinero ; Visitas inoportunas ; Sesión continua ; Artesanos de la miniatura y artistas del camuflaje ; El puente sobre la riera de Horta ; La quinta del biberón ; Línea a línea, foto a foto ; Gimnasia sueca ; Borrar con miga de pan ; Nosotros no fuimos ; Roque y Gali ; El polvo del camino ; Dolores, sex symbol 1966 ; Los hermanos Ramos ; Juegos de interior ; La ley de la jungla ; Un recuerdo de regalo ; Calle Venezuela ; Comeré rabos de pasa"
Dice Gregorio Casamayor que el olvido se ejercita, al igual que la memoria. Así, estos 40 relatos cortos de Borrón y cuenta nueva, suma de multitud de recuerdos que algunos voluntariamente habíamos arrinconado, nos reconcilian con un momento ya lejano de nuestra vida y, de alguna manera, con la escuela que sufrimos. Aquella escuela de finales de los años cincuenta y primeros sesenta, la del lanzamiento de la campanilla o de los azotes con la vara en la palma de la mano o en la punta de los dedos. Y nos reconcilian con aquel mundo por la manera como el autor nos lo muestra, sacando lo mejor de nosotros mismos y extrayéndonos una sonrisa benevolente que logra recuperar, lejos del ajuste de cuentas, la nostalgia y el espíritu de una época. No el oficial, por supuesto, sino el otro, el de la gente, el de los olores, el del petróleo de las estufas y del hielo de la nevera. Con la lectura de estas páginas nos vienen a la memoria las pelotas de trapo, la puesta a punto anual de las muñecas, a las que había que cambiar las pestañas y el pelo y repasar los labios, el jugar a tacos junto al bordillo de la acera o las vaquerías donde la leche. Los relatos que conforman este libro nos convierten, a los que vivimos aquel momento y a los que no, en espectadores privilegiados de una ciudad en desarrollo, de una Barcelona de calles sin asfaltar y de familias inmigrantes cuya dignidad, cuya lucha por la supervivencia y cuya voluntad de seguir adelante fue superior a todos los impedimentos del mundo. Con ellos el lector queda atrapado en un cuerpo a cuerpo corto y tan personal que acaba convirtiéndose en un miembro más de la familia que asoma en cada una de las historias.
Gregorio Casamayor (Cañadajuncosa, Cuenca, 1955) es autor de un libro de relatos cortos, Borrón y cuenta nueva. Su novela La sopa de Dios (Acantilado, 2009) fue galardonada con el premio Memorial Silverio Cañada 2010 a la mejor primera novela de la Semana Negra de Gijón. La vida y las muertes de Ethel Jurado (Acantilado, 2011) es su segunda novela.