En noviembre de 1536, el gobernador de Guatemala informó aliviado de la muerte de Gonzalo Guerrero, el español que llevaba años creando problemas a los conquistadores en las selvas del Yucatán. Pero, ¿quién era ese personaje singular, que al frente de un ejército maya había cruzado el golfo de Honduras para luchar contra quienes habían sido sus compatriotas?Dos décadas antes, una carabela naufragó al sur de Jamaica y el mar empujó a los supervivientes hacia la costa de una tierra desconocida donde fueron capturados y esclavizados por una partida de guerreros. Ocho años más tarde, solo dos de aquellos hombres seguían con vida: Jerónimo de Aguilar que, llegado el momento, no dudó en incorporarse al ejército de Hernán Cortés; y Gonzalo Guerrero, quien, pese a intuir su destino, decidió permanecer hasta el final al lado de aquellos que lo habían esclavizado.¿Traidor o héroe? Tal vez fuera ambas cosas, o quizás solo un hombre capaz de mirar con otros ojos el convulso mundo que le rodeaba.
Nacido en Madrid en 1960, es licenciado en Geografía e Historia, especialidad de Historia Antigua y Medieval. Es autor de tres novelas: El olor de las especias (2002), Ladrones de tinta (2004), ganadora del I Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza y del I Premio Espartaco a la mejor novela histórica editada en español, concedido por la Asociación Semana Negra, y El gabinete de las maravillas (2006), que volvió a obtener el Premio Espartaco en el año 2007. En el año 2005 publicó Las flores de otoño, colección de artículos que componen una guía de lectura de varias obras del Siglo de Oro.