MACHADO, ANTONIO / HERAS, DAVID DE LAS / DAVID DE LAS HERAS, ANTONIO MACHADO
Campos de Castilla es una obra clave de la poesía española del siglo XX: un sentido homenaje a España y a sus gentes que marcó un antes y un después en la carrera literaria de Antonio Machado. Tanto es así que en estos términos se expresaba en La Vanguardia en 1912 el intelectual Bernardo G. de Candamo: «Nos hallamos ante un caso de transformación artística (?). Es decir que Antonio Machado, el de antes, no es más que un homónimo de el de ahora». De hecho, el texto de Machado indagaba en nuevos terrenos poéticos, históricos y sociales y se convirtió en un éxito de crítica y público que se ha extendido hasta el día de hoy.
A través de una sensibilidad única y de una creatividad desbordante, David de las Heras ilustra este poemario para que cobre nueva vida frente a los ojos de los lectores actuales. Para ello recurre a una gama cromática amplia, distintos géneros artísticos y referencias pictóricas que remiten al Siglo de Oro, pero que resultan sorprendentemente cercanas. La literatura y el arte se hermanan en una sucesión de versos e imágenes que arrojan una luz inédita sobre un clásico inmortal.
Antonio Machado nació en el seno de una familia culta y liberal y estudió en la Institución Libre de Enseñanza de Madrid, factores que marcaron e influyeron en su defensa de la causa republicana. Fue poeta y prosista perteneciente a la Generación del 98. Vivía en París cuando conoció a Rubén Darío, que se convertiría en un gran amigo del escritor. En Madrid conoció también a Unamuno, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez y otros destacados literatos.
Machado desarrolló una gran actividad literaria y cultural: escribió obras de teatro con su hermano Manuel, también poeta, entre las que destacan La Lola se va a los puertos (1929) y La duquesa de Benamejí (1931). Su primer libro, Soledades (1903), son poemas de carácter modernista, Campos de Castilla (1912), constituye uno de los libros más populares del poeta, Nuevas canciones (1914), Páginas escogidas (1917) y Poesías completas (1928 y 1933), entre otras obras. En 1927 fue nombrado miembro de la Real Academia Española. Tras estallar la guerra civil española, se exilió al pueblo francés de Colliure, donde murió al mes de su llegada.