Empieza la hibernación y papá oso ya está roncando. Pero, de pronto, una abeja pasa
zumbando por allí cerca y el osito decide seguirla pensando en la miel que podrá
encontrar. Papá oso se despierta, ¿dónde está el osito? De un salto, se interna en el
bosque dispuesto a encontrarlo, atraviesa el bosque y llega a la bulliciosa ciudad. Una
vez allí acaba en el escenario de la ópera, muerto de vergüenza delante de todo el
mundo. Así que decide cantar una dulce canción de oso que le cantaba su madre:
?¡Groarrrrr!?. Todo el público sale huyendo, menos el osito, a quien le ha encantado la
canción. Ambos acabarán en el tejado de la ópera, hasta donde llegó el osito siguiendo a
la abeja, y que está lleno de panales de miel.