Fernando Pessoa, uno de los escritores no sólo en lengua portuguesa más importante del siglo XX, que publicó en vida un sólo libro en «la lengua que era su patria», y que, según el crítico Harold Bloom -El canon occidental- es el más representativo poeta del siglo XX, encaja en la máxima del Nobel Octavio Paz, cuando afirma que «los poetas no tienen biografía; su obra es su biografía» y, refiriéndose a Pessoa, «nada en su vida es sorprendente, nada excepto sus poemas».
Con todo, la cincuentena de cartas que aquí presentamos -hoy de dominio público- a la joven Ophélia Queiroz, que entró de mecanógrafa en las oficinas de la Baixa lisboeta donde él ya traducía correspondencia comercial, permiten vislumbrar la personalidad del poeta, el apasionamiento de un enamorado, su ternura, modestia, dignidad, sentido del humor y, sobre todo, la vocación por su obra literaria, así como pinceladas de una psique fragmentada, terreno abonado para la creación de los heterónimos, uno de los cuales, Alvaro de Campos, se presenta también ante Ophélia en estas cartas. De él es el poema escrito en 1935, un mes antes de la muerte de Pessoa, a los 47 años, de una cirrosis hepática «Todas las cartas de amor son ridículas», que estas misivas tan bien desmienten.
Fernando Pessoa nació en Lisboa el 13 de junio de 1888. Su madre, prematuramente viuda, se casó en segundas nupcias con el comandante João Miguel Rosa, que en 1895 fue nombrado cónsul en Durban (Sudáfrica), donde Pessoa estudió en elconvento de West Street y luego en la High School y la Commercial School, y pasó el examen de admisión y la IntermediateExamination de Artes en la Universidad de Ciudad del Cabo. En 1905, Pessoa se trasladó a Lisboa para matricularse en elcurso superior de Letras. Traductor, astrólogo, médium, ensayista, vinculado a la vez a la vanguardia literaria y plástica y alocultismo, Fernando Pessoa debe su extensa y casi enteramente póstuma notoriedad mundial a la vasta y variada obra poética que, firmada por él mismo o atribuida a alguno de sus heterónimos ?señaladamente Alberto Caeiro, Ricardo Reis y Alvaro de Campos? , se difundió sobre todo a partir de su fallecimiento en Lisboa el 30 de noviembre de 1935.