La nueva edición de Casi unas memorias pone al alcance del público, treinta años después, una de las obras fundamentales sobre la historia cultural y política de la España contemporánea. Con una prosa precisa para la descripción de ambientes y una madurez analítica excepcional para la caracterización psicológica, Dionisio Ridruejo retrata algunos de los grandes hombres del siglo XX español, realiza un atrevido ejercicio crítico de revisión de su propia trayectoria vital y detalla el complejo proceso de formación de su conciencia en tiempos de oscuridad. Estas nuevas Casi unas memorias, que incluyen capítulos hasta ahora inéditos y presentan a Ridruejo como un escritor de primer orden, descubren a uno de los grandes memorialistas de las literatura española. El libro lo protagoniza un niño asombrado de la burguesía provinciana, el joven poeta falangista que brujulea en la corte literaria de José Antonio durante la II República, un espectador privilegiado de la formación del estado franquista en plena guerra civil, el intelectual desencantado que se convierte en demócrata al descubrir la vaciedad moral y material del bando vencedor con el que había luchado con el fusil y la palabra. Diversos paisajes y distintos rostros de un personaje clave para conocer los cimientos profundos de nuestra democracia.
Dionisio Ridruejo nació en 1912 en El Burgo de Osma (Soria), estudió Derecho y Periodismo, y en 1935 publicó el poemario Plural. Su temprana afiliación a la Falange le llevó a apoyar la insurrección militar y durante la guerra fue un combativo publicista del bando franquista. En 1938 es nombrado Consejero Nacional y Director General de Propaganda. Desde Primer libro de amor (1939) fue un referente de la poesía de posguerra y su dirección de la revista Escorial le consolidó como prestigioso intelectual del régimen. Sin embargo, a mediados de los años cuarenta, tras haber combatido en la Segunda Guerra Mundial con la División Azul y dimitir de sus cargos oficiales, inició una revisión ideológica que en el medio siglo desembocaría en una toma de posición socialdemócrata, lo que le condujo a la cárcel y a vivir dos años en el exilio. La recopilación de su obra poética en Hasta la fecha (1961) y el ensayo Escrito en España (1962) dan testimonio de una plenitud literaria y un tenaz compromiso cívico que sólo interrumpiría su muerte en Madrid en junio de 1975. Libros como Diario de una tregua (1972), Los cuadernos de Rusia (1978) y Casi unas memorias le convierten en uno de los prosistas mayores de las letras españolas del siglo xx.