José Jiménez Lozano decía que Delibes «es un cartógrafo y un geólogo, un ornitólogo y zoólogo, y un registrador de vidas y narrador de historias, pero de "su" territorio. La Castilla real que está en la base de sus narraciones es, desde luego, la Castilla-Castilla, la Castilla original al norte del Duero, pero la Castilla real de sus libros que nos hace ver Castilla -porque acomoda nuestro ojo, porque eso es lo que hace un escritor: acomodarlo para que vea hasta por detrás y por dentro- es la Castilla de Delibes, su territorio, como Yoknapatawpha lo es de Faulkner.» La visión delibiana de Castilla se complementa en este libro con la del fotógrafo Navia, quien nos aporta su mirada sobre una tierra por la que siente un antiguo afecto.
Miguel Delibes (Valladolid, 1920-2010) se dio a conocer como novelista con La sombra del ciprés es alargada, Premio Nadal 1947. Entre su vasta obra narrativa destacan Mi idolatrado hijo Sisí, El camino, Las ratas, Cinco horas con Mario, Las guerras de nuestros antepasados, El disputado voto del señor Cayo, Los santos inocentes, Señora de rojo sobre fondo gris o El hereje. Fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura (1955), el Premio de la Crítica (1962), el Premio Nacional de las Letras (1991) y el Premio Cervantes de Literatura (1993). Desde 1973 era miembro de la Real Academia Española. Ediciones Destino ha publicado sus Obras completas.