«La Ciudad de Dios» es la obra de más aliento, más orgánica y trascendental de la inmensa producción agustiniana. Por sus dimensiones arquitectónicas, su vasta concepción de Dios y del hombre y la amplitud panorámica que abre para el pensamiento y la acción, es la obra más celebrada de San Agustín. Por ella se le reconoce como el creador de la llamada Filosofía de la Historia.
La «Vida de San Agustín», escrita por Posidio, su amigo durante cuarenta años y uno de sus más ejemplares discípulos, es no sólo la primera biografía del santo de Hipona, sino también una verdadera joya de la literatura hagiográfica.