1531: Atahualpa se presenta en la España de Carlos V para encontrarse la Inquisición y la imprenta, pero también con una monarquía exhausta por las guerras, la amenaza de los infieles y aún más preocupante, con pueblos a los que el hambre puede llevar al límite de la revuelta. En pocas palabras: los aliados que necesita para construir su imperio.