Con la vida y con la obra de Cristóbal Colón sucede algo paradójico. A medida que la bibliografía al respecto crece, la carnalidad del gran descubridor se troca espectralidad. Colón sigue sin dejarse atrapar dentro de las páginas de la historia y de la literatura, del esoterismo o de las más extravagantes teorías sobre sus pasos por este mundo que nos dejó retocado para siempre. Personaje en fuga permanente. En la primera parte de este libro, su autor se ocupa de ordenar las fuentes bibliográficas de las que se sirvió Colón antes de emprender su gesta y tras haberla consumado, y los libros que luego ha generado tan inmensa revelación. Se refiere, en especial, a la emergencias editoriales propiciadas por las fechas conmemorativas de 1992, quinto centenario de la llegada occidental a América, y de 2006, quingentésimo aniversario de la muerte de Colón en Valladolid. Y en la segunda parte,se incluye un ejemplo de literaturización del explorador de la Mar Océana a través de la novela Los perros del paraíso (1983) del argentino Abel Posse. En esa fábula, el humor, un Colón perdidamente enamorado de Beatriz de Bobadilla, Señora de La Gomera, y la obsesión por encontrar el Paraíso Terrenal en los nuevos escenarios transatlánticos, nos acercan con deleite lo que pudo o debió ocurrir con un personaje que dudaba entre considerarse hijo de este mundo o enviado del Más Allá.