Jaime Fuentes ubica el origen de sus andanzas en el año 1964, en Uruguay. Tiene 19 años y se irá a estudiar periodismo en la Universidad de Navarra. Su época de Pamplona cambiará su entera existencia: allí se desencadenarán unos sucesos que irán perfilando el sentido de su vida y que le llevarán a soñar con proyectos cada vez de mayor envergadura: su encuentro con san Josemaría, su experiencia romana viviendo junto a él, el regreso a Uruguay, su labor pastoral como sacerdote lleno de celo y su ordenación episcopal. Pero no adelantemos acontecimientos. Más bien, dispongámonos a leerlos de la mano de Jaime Fuentes, a quien Dios ha llevado de un lugar a otro para cumplir tareas muy variadas, pero que nunca ha dejado de ser un excelente periodista. Imaginando ...