GABILONDO PUJOL, ÁNGEL / CRUZ RUIZ, JUAN
Estamos en tiempos muy difíciles, muy complejos, social, económica y políticamente. No son tiempos ni de grandilocuencias, ni de despilfarros, ni de euforias. Hay muchos que lo están pasando mal, miles de personas, tantos jóvenes, tantas mujeres, tantos mayores, tantos sin empleo ni cualificación, tantos sin hogar, que lo han perdido o sin perspectivas. Y esperan que seamos capaces de ofrecer horizontes y salidas. Y tenemos que afrontarlos y, conjuntamente, proponer soluciones y llevarlas a cabo. Pero no de cualquier manera, ni a cualquier precio, ni con víctimas. Soluciones, no de unos pocos, ni para unos cuantos. No es cosa sólo de una edad, ni es asunto de otro tiempo. Es tarea de toda la sociedad. No soluciones sin justicia, no soluciones sin derechos. Soluciones para cada quien, para cada cual, y no soluciones que provoquen indefensión, menos oportunidad y vulnerabilidad.
Nuestro enemigo es la pobreza, la indefensión y la injusticia. Y no hay más camino que la dignificación de la vida pública y de la vida política. Y nuestro primer deber ciudadano es que nadie, nunca, jamás, por razones sociales o económicas quede postergado, marginado, arrinconado, desplazado de la sociedad. Por ello no basta cualquier recuperación. Si no es una recuperación sostenida y eficiente, no es una solución, si no es justa, no es una verdadera recuperación.
Ángel Gabilondo
A Ángel Gabilondo Pujol le gusta decir que es de San Sebastián, y no sólo porque allí nació, aunque vive en Madrid, que es ya su ciudad. Es catedrático de Metafísica en la Universidad Autónoma de la que ha sido rector durante siete años. En la actualidad es ministro de Educación. Amigo de la palabra y de las palabras, aunque no sólo, las entiende en su dimensión más íntima y más pública. Ha colaborado en diversas revistas y medios de comunicación (La Vanguardia, Psychologies, La noche menos pensada de RNE...) y ha participado en conferencias, jornadas, seminarios, congresos y encuentros diversos. Ha publicado, ha traducido y ha editado numerosos textos, artículos y libros, pero insiste en que, aunque ama la escritura, no se considera escritor. Entre sus libros se encuentran los titulados Dilthey: vida, expresión e historia (1988), El discurso en acción (Foucault y una ontología del presente) (1990), Trazos del eros. Del leer, hablar y escribir (1997), Menos que palabras (1999), La vuelta del otro. Diferencia, identidad y alteridad (2001), Mortal de necesidad. La filosofía, la salud y la muerte (2003) Alguien con quien hablar (Aguilar, 2007), Contigo (Aguilar, 2009), Palabras a mano (2009) y Sin fin (2011).