Juan Casiano ha determinado la comprensión de la vida cristiana en Occidente. El influjo de sus escritos se prolonga desde la Regla de san Benito, pasando por los místicos españoles del siglo XVI, hasta los maestros espirituales de hoy.
El presente volumen acoge dos de sus Conversaciones (IX y X). En la primera explica el valor de la oración, su naturaleza, condicionamientos y tipos, mientras en la segunda expone el método que se ha de seguir para alcanzar la oración «pura, simple y continua». Con la repetición ininterrumpida de una palabra de la Escritura o un versículo de un salmo se logra vaciar la mente de todo pensamiento, deseo o distracción, con vistas a afianzar en el corazón el «recuerdo» de Dios y su «presencia» permanente.
En una época como la nuestra, que ansía la quietud, el sosiego interior y el silencio contemplativo, la lectura de estas Conversaciones invita a iniciarse en la senda de la oración perfecta, la que conduce al encuentro personal con el Dios de Jesucristo.
Juan Casiano nace a mediados del siglo IV junto al mar Negro. A la edad de veinte años ingresa como monje en uno de los monasterios de Belén. Poco tiempo después visita en Egipto la Tebaida, donde permanece hasta el año 399. Es entonces cuando busca refugio en Constantinopla, bajo la protección del patriarca Juan Crisóstomo. El año 404 acude a Roma y recibe la ordenación presbiteral. Una década después funda en Marsella dos monasterios y escribe, entre los años 420 y 428, sus dos obras más famosas: las «Instituciones cenobíticas» y las «Conferencias» o «Conversaciones». Está considerado uno de los autores más influyentes en la historia de la espiritualidad cristiana.