La idea que atraviesa este lúcido ensayo está contenida en su título: el problema fundamental que tiene la educación en nuestros días es la falta de fe. La educación ha perdido el norte, ha caído en la indefinición y ha olvidado su objetivo fundamental: la formación de la personalidad. Una formación que corresponde, sobre todo, a la familia, pero también a la escuela, a los medios de comunicación, al espacio público en todas sus manifestaciones.
Urge, por tanto, volver a valores como el respeto, la convivencia, el esfuerzo, la equidad o la utilización razonable de la libertad. Es necesario recuperar el buen sentido de conceptos como autoridad, norma, esfuerzo, disciplina o tolerancia. Y, por encima de todo, hay que cambiar de perspectiva, eliminar tópicos y asumir que estos valores, estas actitudes, se pueden y deben enseñar. No podemos inhibirnos de la responsabilidad colectiva que supone educar. El futuro y el bienestar de la sociedad dependen de nuestro compromiso.
Victoria Camps es profesora de Filosofía moral y política en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha escrito diversos libros sobre ética, religión, feminismo y educación, entre los que destacan: Virtudes públicas (Premio Espasa de Ensayo), Paradojas del individualismo, El siglo de las mujeres, La voluntad de vivir, El declive de la ciudadanía, El gobierno de las emociones (Premio Nacional de Ensayo) y Breve historia de la ética. Fue senadora entre los años 1993 y 1996, y ha sido consejera del Consell de lAudiovisual de Catalunya. Es presidenta de la Fundació Víctor Grífols i Lucas y del Comitè de Bioètica del Catalunya. En 2008 fue galardonada con el Premio Internacional Menéndez y Pelayo y en 2014 fue investida doctora honoris causa por la Universidad de Huelva.