Antonio Gramsci ha llegado a ser uno de los nombres de referencia en las ciencias sociales y las humanidades contemporáneas. Sus dotes de analista, forjadas como dirigente político al calor de la coyuntura revolucionaria y la contraofensiva fascista del primer tercio del siglo XX -y por tanto no como ejercicio de preciosismo académico, sino dirigidas a comprender sus apremiantes circunstancias-, siguen hoy inspirando lecturas e interpretaciones tanto en el ámbito estrictamente intelectual como entre militantes políticos de diverso signo, llegando a convertirse incluso en tópicos del lenguaje político cotidiano y difuminando la precisión de sus contornos conforme crece la amplitud de su alcance. Ante tal hecho, y a fin de que dicha proliferación pueda, además de perdurar, enriquecerse en sus fundamentaciones, la presente edición ofrece al lector en lengua castellana una versión nueva de los Cuadernos de la cárcel de Antonio Gramsci, principal fuente en la que se decantan sus categorías analíticas, pero donde también se vislumbra la más amplia, y menos conocida, perspectiva general que las dota de arraigo. La
Antonio Gramsci (Ales, Cagliari 1891 ? Roma 1937). Llegado a Turín con una beca de estudios desde la postergada Italia meridional, se formó durante algunos años en filología en la universidad, pero durante la Primera Guerra Mundial pasó a dedicarse exclusivamente al periodismo y, sobre todo a la política, primero en las filas del socialismo y más tarde en las del comunismo. Empieza su actividad como redactor en 1916, en el semanario de la sección socialista de Turín Il Grido del Popolo y en Avanti! De 1919 a 1920 es secretario de redacción del semanario L?Ordine nuovo y participa en el movimiento de los consejos de fábrica de Turín. En enero de 1921 se convierte en uno de los cofundadores del Partido Comunista Italiano, del que será nombrado secretario general en 1924. Dos años antes, conoce a la que será su mujer, Julia Schucht, en un viaje a Moscú como representante del partido italiano en el ejecutivo de la Internacional comunista. Elegido como miembro del Parlamento en abril de 1924, es arrestado en noviembre de 1926, coincidiendo con la prohibición de todos los partidos de la oposición por el régimen fascista. Es condenado por el Tribunal Especial a veinte años de prisión. Sus reflexiones de esos años se han reunido en sus Cuadernos de la cárcel. Muere pocos días después de ser liberado, tras una larga enfermedad testimoniada en sus Cartas desde la cárcel.