UGARTE, VALENTÍN / SAFRANSKI, RÜDIGER
En un conocido cuento chino un pintor muestra el único cuadro al que ha dedicado toda su vida a sus amigos antes de asombrarlos desapareciendo dentro de él. En esto consiste la utopía de la verdad: el establecimiento de una armonía entre uno mismo y el mundo. En pos de esta utopía emprendieron Rousseau, Kleist y Nietzsche arriesgadas expediciones en busca de la verdad: tres afirmaciones de la verdad del yo frente al resto del mundo. Por tres veces, la búsqueda desembocaba en las imágenes proyectadas por cada uno de ellos y, también, en la violencia de asistir a una verdad que se oponía a tales imágenes. Otra gran expedición en pos de la verdad es la metafísica entendida como el intento de descubrir el mundo «verdadero» en el mundo «aparente». Esta disciplina comienza de manera impresionante con Sócrates y San Agustín y finaliza en la terrible época de los totalitarismos y de los fundamentalismos de, por ejemplo, Hitler y Goebbels, que destruyen el mundo «aparente» para traer a la realidad ese otro mundo que han concebido como su «tierra natal». ¿Es posible entonces vivir sin la certeza de Ilevar una vida verdadera, sin una verdad que actúe como garante? Parece que sí. Tomando como ejemplo a Kafka, los últimos capítulos de ¿Cuánta verdad necesita el hombre?exploran la posibilidad de residir en lo extraño, de instalarse en una libertad ante la que no sabemos con certeza si sentir miedo o esperanza. «Es este un gran libro sobre el poder de las imágenes que uno mismo crea, el lugar donde el pensador pierde su libertad o se esconde de ella. Se trata de un viaje al cielo y a los infiernos en el reino del pensamiento, y comienza con la sensualidad de un cuento» (DerSpiegel).