La cuentística uruguaya, como la sociedad misma que refleja, es abierta y cosmopolita, no sólo por su origen (se dice que los uruguayos descienden de ¡los barcos!), sino obligada por las circunstancias de exilios, emigraciones forzosas o voluntarias. Parte de los escritores contemporáneos seleccionados han vivido o viven fuera del país, otros han hecho de la itinerancia un modo de vida compatible con su indiscutible condición de uruguayo. Todos, de un modo u otro, aquí o allá, demuestran la vigencia de un género que, si bien hunde sus raíces en el tiempo, ha sabido renovarse en las últimas décadas.