El caso de la escritora inglesa Emily Brontë es verdaderamente excepcional dentro de la literatura. Falleció muy joven, dejando tan sólo una novela, Cumbres borrascosas, la épica historia de Catherine y Heathcliff, situada en los sombríos y desolados páramos de Yorkshire, constituye una asombrosa visión metafísica del destino, la obsesión, la pasión y la venganza. Publicada por primera vez en 1847, un año antes de morir su autora, esta obra rompía por completo con los cánones del «decoro» que la Inglaterra victoriana exigía a toda novela.
Esta obra es una larga y extraordinaria descripción de los actos y problemas psicológicos de unos seres locos o perversos que arrastran una existencia mísera y maléfica. Con ellos, su autora nos ofrece una visión de estos personajes que actúan demoníacamente por aridez protestante que se diluye en todas y en cada una de sus páginas.
«Las hermanas Brontë fueron de los autores ingleses que tuvieron mayor influencia tuvo en mi adolescencia.» Isabell Allende
«No ha tenido nunca la literatura un hombre con una existencia más vívida que Heathcliff. [?] El poder de Emily Brontë es el menos común de todos. Ella podía liberar la vida de los acontecimientos [?] y al hablar del páramo conseguía hacer que el viento soplara y el trueno rugiera.» Virginia Woolf
«Cumbres borrascosas es una obra extrema e inclasificable.» Jorge Luis Borges
Emily Brontë (Thornton, Yorksire, 1818 ? Haworth, Yorkshire, 1848) fue la segunda de las tres hermanas Brontë, hijas de un pastor protestante, que vivieron aisladas en la casa sacerdotal de Haworth. En 1846 publicó un libro de versos bajo el pseudónimo Ellis Bell y al año siguiente apareció su única novela, Cumbres borrascosas.