Muchas de las organizaciones que históricamente han formado parte de los movimientos sociales están experimentando un cambio decisivo tanto en su discurso como en la manera de actuar, lo que permite afirmar la existencia, hoy en día, de una nueva forma de activismo. cuya aparición se encuentra estrechamente ligada a una también renovada concepción de lo político. Partiendo de una distinción entre el militante y el voluntario, y tras describir los rasgos que caracterizan a los distintos movimientos, se analiza. en el marco específico de Euskadi, su percepción de la política o su relación con las instituciones. Los autores presentan las causas (culturales, políticas y laborales) que han propiciado un tipo de acción más cercana a los grupos de interés, más alejada de implicaciones ideológicas y principalmente motivada por un sentido pragmático vinculado a objetivos concretos, ya sean de tipo emocional, vivencia¡ o formativo. Finalmente, se valoran las transformaciones que están dando lugar a lo que se puede considerar una nueva forma de acción colectiva.
Pedro Ibarra Güell