SAEZ ABAD RUBEN / GUTIERREZ LOPEZ, JOSE ANTONIO (Ilustración)
Durante las décadas que siguieron a la Primera Cruzada los diferentes dominios surgidos a raíz de ella (Condado de Edesa, Principado de Antioquía y Reino de Jerusalén), tratarán de sobrevivir rodeados de enemigos. Vital para su supervivencia resultará la conquista de las últimas plazas musulmanas del litoral costero y el nacimiento del Condado de Trípoli, el último de los cuatro Estados latinos de Tierra Santa. Serán años complicados. Si bien, durante sus primeras décadas de existencia, la extrema división reinante en el mundo musulmán había facilitado la conquista, pronto la situación cambiará. En este proceso de concentración del poder desempeñará un papel clave Zengi, que se hará a un tiempo con el control de Mosul y Alepo. Esto le permitirá aprovechar las discordias surgidas entre los diferentes dominios cruzados para apoderarse de Edesa en 1144. A pesar de su temprana muerte, su hijo Nur ed-Din proseguirá con la tarea comenzada por su padre. Tras la conquista de Edesa, el Papa predicara una nueva Cruzada en Europa, siendo en esta ocasión dos monarcas los que se ofrecieron a encabezarla: Luis VII de Fra