"Para un Dios, la copulación no es ni el acto sexual de derramar la semilla ni son las convulsiones de la vagina. La máxima forma de copular de un Dios es concebir el pensamiento y ordenarle que en realidad sea como su desposado para, después, copular a través de la experiencia sensual del cuerpo. No tiene nada que ver con el pene o con la vagina. Está totalmente ligada a ese circuito que regresa al cerebro para ser capaz de darle ese punto de satisfacción, al haber experimentado nosotros al máximo cada aspecto del medio ambiente (lo cual fue originalmente nuestra idea), y sólo Dios tiene el derecho de hacer eso. Es la máxima experiencia sexual"
RAMTHA