Primera traducción completa al castellano de una obra cumbre de la filosofía de la religión del siglo XX. Max Scheler, un genio de «estilo deslumbrante y seductor» que «habla de cuestiones vitales inmediatas que a todo el mundo tocan personalmente y especialmente entusiasman a los jóvenes», en palabras de Edith Stein, y sin duda una de las personalidades más influyentes de la filosofía contemporánea, reflexiona en esta gran obra acerca de la experiencia religiosa, mostrando la esencia de Dios como un Ser personal. «La misión de la filosofía, en la medida en que se ocupa de la religión, no es la más alta entre las misiones que hay para la renovación de la conciencia religiosa. Pues esta suprema misión corresponderá siempre al homo religiosus mismo, al hombre con intimidad y poder divinos [...]. Pero no sólo el querer producir tales hombres, sino ya el buscarlos y esperarlos es en sí un contrasentido. Sólo la preparación a oírlos -si hubieran de aparecer- y el arte de verlos, si se presentan y donde se presenten, son cosas que puedan someterse a cultivo y fomento. Pero esta capacidad receptiva religiosa depende también en considerable medida de las ideas que se haga uno sobre la esencia de la religión, las formas de fundamentación de las últimas verdades supremas, el puesto y situación de la religión dentro de la estructura total de la razón humana; también sobre las leyes del origen de toda auténtica religión y la disposición y el orden de las fuentes de conocimiento religioso y de vida religiosa. Este círculo de cuestiones será nuestro objeto en lo que sigue».
Max Scheler (1874-1928) es un destacado pensador alemán de la primera mitad del siglo XX. Seguidor de Husserl, aplicó el método fenomenológico a la ética y a la filosofía de la religión