La vejez según el humorista que se ganó la inmortalidad «Cada libro de Quino es lo que más se parece a la felicidad: la quinoterapia.» Gabriel García Márquez Quino escudriñó en su monumental obra gráfica cada rincón de la condición humana, y retrató como nadie las edades del hombre y sus misteriosos designios en la Tierra. Pero si hubo una edad a la que dedicó su mirada más mordaz, desprejuiciada e irreverente fue sin duda la vejez. SSus ancianos, que se encuentran en el «otoño de la vida» o tal vez en la «primavera de la muerte», son tiernos, irascibles, filósofos, desprejuiciados, y aparecen en sus viñetas llenos de un vigor exultante y de un humor a prueba de bombas.
De Senectute es una nueva muestra del genio inagotable de Quino y de su capacidad de hacernos reflexionar sobre nosotros mismos. La crítica ha dicho...
«Los lúcidos mensajes de Quino siguen vigentes por haber combinado con sabiduría la simplicidad en el trazo del dibujo con la profundidad de su pensamiento. [...] Sus personajes trascienden cualquier geografía, edad y condición social.»
Acta del jurado del Premio Príncipe de Asturias «Seguro que le debo mucho a Quino como humorista gráfico, pero más le debo como persona.»
Liniers «Mirá que cambiaste el mundo con tus dibujitos, ¡eh! Lo mejoraste bastante. No, no alcanzó. Nunca alcanza. No hay témpera blanca que lo corrija. [...] ¡Y tus páginas! Filosofía y poesía. Crítica feroz y ternura. Un pibe de ocho años y un viejo sabio en los mismos zapatos.»
Tute «Lo intuíamos. El verdadero Principito era Quino.»
Miguel Rep «Un excepcional testigo de medio siglo de historia, un testigo irónico y lúcido, aunque no se nos proponga en ningún momento como imparcial, porque el autor ha tomado, en su vida y en su obra, abiertamente partido.»
Esther Tusquets «Quino resumió las ganas de reír y de estamparse contra la pared.»
Karina Sainz Borgo, Vozpópuli «Uno de los espíritus más lúcidos, insobornables y creativos de ese género menospreciado que cambia constantemente de nombre: tebeo, cómic, historieta.»
Rafael Narbona, El Cultural