Este libro ha sido ganador, entre un centenar de obras presentadas, del VI Premio de Poesía joven Tino Barriuso. El jurado de dicho premio valoró en Debajo del lenguaje solo hay niñas llorando, el lirismo con el que expresa la entrada de una niña en la vida adulta. La autora recurre a un lenguaje poético de carne y hueso que se manifiesta como el autorretrato de alguien que se siente a sí misma y es consciente de sus cambios, con el descubrimiento del otro y el ansia original de integrarse en el mundo, sin renunciar a un saludable sentido del humor.