El 26 de octubre de 1949 el reportero Gabriel García Márquez fue enviado al antiguo convento de Santa Clara, que iba a ser demolido para edificar sobre él un hotel de cinco estrellas, a presenciar el vaciado de las criptas funerarias y a cubrir la noticia. Se exhumaron los restos de un virrey del Perú y su amante secreta, un obispo, varias abadesas, un bachiller de artes y una marquesa. Pero la sorpresa saltó al destapar la tercera hornacina del altar mayor: se desparramó una cabellera de color cobre, de veintidós metros y once centímetros de largo, perteneciente a una niña. En la lápida apenas se leía el nombre: Sierva María de Todos los Ángeles. «Mi abuela me contaba de niño la leyenda de una marquesita de doce años cuya cabellera le arrastraba como una cola de novia, que había muerto del mal de rabia por el mordisco de un perro, y era venerada en los pueblos del Caribe por sus muchos milagros. La idea de que esa tumba pudiera ser la suya fue mi noticia de aquel día y el origen de este libro.»
Periodista y escritor colombiano, nacido en Aracata en 1928, García Márquez es el creador de un mundo literario propio e inconfundible y a la vez, capaz de recrear la realidad hispanoamericana en todas sus facetas: desde las osuras raíces del mito hasta la turbia y difícil circunstancia política y social. Novelas como La hojarasca (1958), La mala hora (1961), El otoño del patriarca (1975), Crónica de una muerte anunciada (1981), El amor en los tiempos del cólera (1985) y, por descontado, Cien años de soledad (1967) ?la obra que le valió el reconocimiento internacional? han renovado de forma ejemplar el panorama reciente de la literatura en lengua española. Gabriel García Márquez fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1982.