Hay algunos libros, pocos, que se mantienen presentes en el transcurso del tiempo como fuente inagotable de sugestiones y de estímulos para la reflexión, y de entre ésos los hay que no sólo sugieren y estimulan, sino que se constituyen en un campo permanente de investigación intelectual. En los casos en que se dan estas condiciones nos encontramos ante grandes obras cuyo conocimiento y divulgación son una constante ayuda y sorpresa cultural. Tal ocurre con el Leviatán de Hobbes, algunas de cuyas definiciones, como la famosa de «la risa como gloria súbita», se han incorporado al acervo de conocimientos de las más diversas disciplinas. Las reflexiones de este libro excepcional sobre la sociedad y el Estado, su recíproca relación y el nacimiento, mantenimiento y desarrollo del poder son permanentemente actuales. Quizá reeditar a Hobbes sea una obligación exigida por las condiciones objetivas de nuestra propia sociedad, que vive actualmente con parecida intensidad los problemas que Hobbes trató en el pasado. Lo que hemos dicho para el Leviatán vale para Del ciudadano y otras obras menos conocidas de este genial autor, que el lector recibirá en la presente edición traducidas y cuidadas con el esmero que su importancia intelectual merece.
Thomas Hobbes (1588-1679), hijo de un clérigo anglicano, recibió educación superior en el Magdalen Hall de Oxford. En sus viajes por el continente entró en relación con Galileo, Descartes, Gassendi y el círculo de científicos en torno al P. Mersenne. El manuscrito de su primera obra de filosofía política, los Elements of Law, circuló en 1640, pocos meses antes de convocarse el Parlamento Largo. Apenas inició éste sus sesiones, Hobbes, presagiando la guerra civil, se, se refugió en París, donde escribió De Cive (1642), destinado a constituir la tercera parte de un sistema de ciencia unificada que abarcará desde las matematicas y la física hasta la teoría política, y Leviathan (1651), que es la culminación de su pensamiento. Concluida la guerra civil, se entregó a la composición de la primera parte de su sistema, que aparecería en 1655 bajo el título De corpore. En la década de los sesenta escribió Behemoth y A Dialogue between a Philosopher and a Student of the Common Laws of England. Amén de un número considerable de escritos sobre temas de física, matemáticas y metafísica, se conservan de él notables traducciones de Tucídides y Homero.