El libro de Luigi Ferrajoli se ha convertido en punto de referencia obligado de los estudios de garantismo penal. Fruto de largos años de investigación y una doble experiencia profesional de su autor (magistrado y profesor universitario), la obra reflexiona sobre los ideales morales que deben inspirar el derecho de las naciones civilizadas, al tiempo que ofrece los instrumentos necesarios para la crítica del trabajo judicial.