«Alguien tenía que haber calumniado a Josef K, pues fue detenido una mañana sin haber hecho nada malo». La primera línea de El proceso anuncia un universo arbitrario, enigmático y atroz. Atribuye al poder un aura de impenetrabilidad, de fuerza imprevisible.
Sin embargo, no hay nada de impredecible en el sistema judicial ni en la policía. La intervención del poder en la vida cotidiana no es ininteligible sino todo lo contrario. De hecho, hay que estudiarlo, comprenderlo, anticiparlo, combatirlo? Debemos desconfiar de Kafka.
Geoffroy de Lagasnerie (París, 1981) es ensayista, profesor universitario, columnista polémico y original. Desde hace unos años publica ensayos breves, penetrantes y caústicos como L’Art de la révolte (2015), Juger (2016), La Conscience politique (2019), Sortir de notre impuissance politique (2020). Además de otros trabajos de formatos más sobrios, algunos traducidos al castellano: La última lección de Michel Foucault (FCE, 2015), y Mi cuerpo, ese deseo, esta ley (Cuenco de plata, 2022). Lagasnerie fue incluido por la revista Les Inrockuptibles entre los cien creadores que han reinventado la cultura.