Cuando acaba el verano, las primeras manzanas aparecen en los jardines y, con ellas, llegan también los petirrojos, con sus plumas pardas y sus gargantas rojas. Ante la próxima llegada del invierno, la pequeña protagonista de esta historia les construye una casita para resguardarlos del frío; pero, justo cuando logra terminarla, se desata una súbita tormenta...
Reivindicando el legado de Bruno Munari, Lucie Félix construye una historia en la que formas geométricas simples dan lugar a un relato conmovedor sobre la admiración de una niña ante el ciclo de la naturaleza. Esta obra fascina por su uso del papel y de las formas y nos deja completamente mudos ante la frágil belleza de la naturaleza.