Augusto Calderón, de setenta y cuatro años, que acaba de ser desahuciado por sus médicos, comienza la redacción de un diario como terapia paliativa. Las circunstancias provocarán que ese cuaderno cambie de manos en cinco ocasiones antes de ser destruido. El diario recogerá miedos, recuerdos, esperanzas confesiones e intrigas de todos y cada uno de los que lo utilizarán a lo largo de sus ciento cincuenta y cuatro días de vida.