Esta cuidada edición, bellamente ilustrada con los grabados de Gustavo Doré, nos ofrece el texto íntegro de Cervantes, un hombre que, como su protagonista, vivió un sinfín de aventuras y sobre todo, desventuras, ya que sufrió la guerra, la prisión, la enfermedad y la penuria económica. Aquí descubriremos al loco más lúcido de la historia de la literatura, tanto que recorriendo un lugar de la mancha, inventó su propia realidad para huir del mundo que le rodeaba.
Se cree que Miguel de Cervantes Saavedra nació el 29 de septiembre, día de la festividad del arcángel San Miguel, de 1547 en Alcalá de Henares. No obstante, la fecha exacta no se tiene registrada, aunque sí la de su bautismo, que tuvo lugar el 9 de octubre de ese año en la parroquia de Santa María la Mayor de la ciudad complutense.
Su padre, Rodrigo de Cervantes, fue un cirujano-barbero de la época, en tanto que su madre se llamaba Leonor de Cortinas. Miguel creció en el seno de una familia numerosa, rodeado por sus otros seis hermanos, tres chicos y tres chicas. En 1551, la familia Cervantes se trasladó a Valladolid, donde se encontraba la Corte de entonces. Su padre fue encarcelado por deudas durante algunos meses y sus bienes embargados.
Se sabe que en 1556 el cabeza de familia se trasladó a Córdoba y, posteriormente, a Sevilla en busca de una mejora económica, aunque se desconoce si su considerable prole lo acompañó o no. No hay datos con respecto a la educación que pudo recibir Miguel en su infancia, aunque algunos estudiosos creen que pudo formarse en un colegio jesuita, al que alude en una de sus obras.
Los Cervantes se instalaron en Madrid en 1566, donde el joven Miguel asistió al Estudio de la Villa, regentado por el humanista y catedrático de gramática Juan López de Hoyos. Gracias a él, tres años después aparecerían los primeros poemas firmados por Miguel en la Relación oficial con motivo de la muerte de la reina Isabel de Valois, al que alude como "caro y amado discípulo". Ese mismo año, el joven Miguel es enviado a Roma al servicio del cardenal Acquaviva (se cree que huyó allí, aconsejado por un pariente, al hallarse en busca y captura por una provisión del rey a causa de un duelo en el que hirió a un maestro de armas), con el que visitó Milán, Florencia, Venecia, Ferrara, Parma y Palermo. En 1571 inició su carrera militar, alistándose en la compañía de Diego de Urbina junto a uno de sus hermanos. Esta decisión lo llevaría a embarcarse en un navío camino de la Batalla de Lepanto contra los turcos, ocurrida el 7 de octubre de ese año. En la refriega fue herido en el pecho y en el brazo izquierdo, de donde procede el apelativo "el manco de Lepanto" por el que se le conoce.
Meses después se recuperó de sus heridas en Mesina y continuó su carrera militar, tomando parte en las expediciones de Navarino (1572), Corfú, Bizerta y Túnez (1573). Viajó por media Italia y permaneció dos años en Nápoles, hasta 1575. Cuando regresaba de allí hacia España su barco fue apresado el 26 de septiembre y llevado prisionero a Argel, donde estuvo privado de libertad durante cinco años. Trató de escapar en cuatro ocasiones, aunque siempre fue sorprendido. Finalmente, los trinitarios fray Juan Gil y fray Antón de la Bella pagaron su rescate en 1580 y Miguel pudo regresar a España, a donde llegó el 27 de octubre del mismo año.
Asentado de nuevo en Madrid, tuvo varios amoríos antes de contraer matrimonio con Catalina de Salazar a finales de 1584. Al parecer, Cervantes había escrito durante los años de cautiverio y siguió haciéndolo en casa, publicando en 1585 su primera novela, La Galatea. La proliferación de los corrales de comedias en la capital le animaron a escribir varias piezas de teatro, aunque no obtuvo éxito alguno. Se separó de su esposa sin hijos y comenzó a viajar a Andalucía como comisario de provisiones de la Armada Invencible. No volvería a encontrarse con ella hasta años después. Se instaló en Sevilla, primero como proveedor de las galeras reales, y luego como recaudador de impuestos, pero en 1597 fue de nuevo encarcelado al quebrar el banco donde ingresaba la recaudación y al ser acusado por las autoridades de apropiarse del dinero público.
En 1604 se mudó a Valladolid, nueva Corte de Felipe III, junto a su esposa Catalina, sus hermanas y su hija Isabel, nacida en 1584 de una relación amorosa pasajera con Ana Villafranca de Rojas. En 1605 aparece publicada la primera parte de Don Quijote de la Mancha. La segunda parte no vio la luz hasta 1615. Entre ambas, se publicaron en 1613 las Novelas ejemplares.
Aún tuvo tiempo de volver de nuevo a Madrid en 1608, donde se instaló con su familia primero en el barrio de Atocha, luego en la calle de León y en la calle de las Huertas del, entonces, Barrio de las Musas. En los últimos meses de su vida dio forma a su última novela, Los trabajos de Persiles y Sigismunda, de edición póstuma. Miguel de Cervantes dejó este mundo el 22 de abril de 1616, aunque en los registros de la parroquia de San Sebastián se apuntó el día 23, fecha del entierro.
En la actualidad, el 23 de abril se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Libro por la UNESCO.