Nuestra idea del mundo se organiza en torno a naciones que otorgan o restringen derechos a sus ciudadanos. Sin embargo, existe una dimensión paralela compuesta por miles de zonas extraterritoriales que operan al margen de la ley y del poder político. A través de una larga investigación que va desde el puerto libre de Ginebra hasta la isla de Roatán pasando por Dubái, la periodista Atossa Abrahamian revela cómo este sistema basado en la desigualdad de privilegios redefine el mapa global y da cobertura al inagotable afán de lucro del 1 por ciento más rico del mundo.