1527. El sol del primer día del verano se va alzando sobre una Florencia devastada por la peste. Un hombre agoniza en su mansión al borde del Arno. Ha sido consejero de los más poderosos y amante de las más bellas. Solo en su lecho de muerte, el canciller Nicolás Maquiavelo trata de poner luz a lo que fue su vida. Evoca a damas por las que fue amado, a papas con los que negoció, a poderosos señores que no siempre estuvieron a la altura de sus proyectos.
Un pasaje que no logra descifrar lo atormenta. En aquella confusa aventura, que empezó en 1499, se anudaron los tres nombres decisivos en su vida: la condesa de Forlì, Caterina Sforza, el papa Alejandro VI y su hijo César Borgia. Y un turbio regalo que llegó tarde a su destinatario: el retrato nupcial de Bianca Sforza, sobrina de Caterina, muerta demasiado joven. ¿Por qué era tan importante aquel encargo? ¿Qué destino de muerte habitaba ese exquisito retrato del maestro Leonardo que el canciller Maquiavelo entregó demasiado tarde?
Gabriel Albiac es un filósofo, escritor y columnista español nacido el 3 de mayo de 1950 en Utiel (Valencia). Es profesor de filosofía desde 1974 en la Universidad Complutense de Madrid, institución de la que es catedrático desde 1988. Actualmente colabora en el diario La Razón, tras salir del diario El Mundo, de cuyo consejo editorial era miembro. Anteriormente había colaborado en El País y en el desaparecido Diario 16. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de ensayo en 1988. Albiac es un ensayista que ha tratado desde un punto de vista heterodoxo y materialista los temas de actualidad. En temas de política española se ha alineado frecuentemente con la línea editorial del diario El Mundo, mientras que en política internacional manifestó en su día su apoyo al movimiento antiglobalización y a los movimientos de extrema izquierda, declarándose próximo a los filósofos Louis Althusser (del cual fue alumno), Michel Foucault y Toni Negri. Él mismo se ha llegado a definir como un comunista muerto, en el sentido en que es un marxista heterodoxo que reconoce que el socialismo real no esconde sino un sistema totalitario, con el que se muestra en desacuerdo. Sin embargo, retomando la influencia de Negri, él considera que lo importante en la política actual, determinada por la pérdida de poder de los estados-nación frente a las empresas y organismos multinacionales, es la construcción de subjetividades alternativas por parte de la sociedad civil. No obstante, en los últimos años, habida cuenta del giro a la derecha de su pensamiento y de sus opiniones públicas, los vínculos de Albiac con Toni Negri y con el ámbito del marxismo heterodoxo que entre París e Italia se desarrollara gracias a los esfuerzos de este último, así como de Félix Guattari, se han roto definitivamente. En este sentido, las redes de intercambio intelectual de Gabriel Albiac han cambiado al mismo paso que su evolución política e intelectual desde principio de la década de 1990. Profundo admirador de la cultura hebrea, es un firme defensor de la legitimidad de la existencia del Estado de Israel y de su política defensiva, considerándolo la única democracia de Oriente Medio. Así, no duda en calificar al actual antisionismo como el nuevo disfraz del antisemitismo de siempre[cita requerida]. En relación a ello, su polémico artículo «Ganó Al Qaeda» publicado al día siguiente de la victoria electoral socialista en las elecciones del 14 de marzo de 2004 ha criticado duramente la decisión de retirar las tropas españolas de Iraq por considerarlo una cesión de España ante el terrorismo islamista. También es conocida su pública oposición a los nacionalismos catalán y vasco[cita requerida]. Ha publicado estudios sobre Spinoza y Pascal, y es también gran conocedor de la vida y obra de Maquiavelo