Desde su aparición en 1937 hasta nuestros días son múltiples las ediciones y traducciones que en distintos países se han hecho de Doy fe..., el estremecedor testimonio del que fuera secretario del Juzgado de Burgos en julio de 1936, Antonio Ruiz Vilaplana, quien abandonó la zona ocupada por los franquistas y dio una visión de primera mano acerca de la catadura moral de los principales golpistas, así como de sus métodos represivos. La particularidad de esta edición es doble. En primer lugar, la consulta del archivo del presidente del Gobierno republicano Juan Negrín ha permitido usar un dossier sobre la obra que sitúa por primera vez con detalle su gestación y promoción internacional. En segundo lugar, el conocimiento que hoy tenemos sobre lo ocurrido en Burgos a consecuencia del golpe militar de 1936, permite una lectura del texto de Ruiz Vilaplana más enriquecedora y crítica, libre de las múltiples erratas e inexactitudes de ediciones anteriores. La presente edición ha estado a cargo de Francisco Espinosa Maestre, uno de los mejores conocedores de los entresijos de la represión franquista, y de Luis Castro Berrojo, especialista en aquel Burgos que fue «Capital de la Cruzada».
«No es un comunista, no es un socialista, no en fin, un rojo según la expresión hitleriana puesta de moda por los rebeldes españoles. (...). La sola disciplina del hombre íntegro dictó el impulso que haría hacer este libro. De ahí su valor enorme. Documento que la historia recogerá mañana para situar en su justo lugar a los culpables del gran crimen español. Antonio Ruiz Vilaplana ha dado fe del gran crimen. Los culpables y sus cómplices de la gran prensa de información americana tendrán que justificarse en su día. Y los libros como éste, limpios de toda sospecha de propaganda, inmunes contra toda acusación partidarista, serán testigos en el gran tribunal de los hombres honrados del mundo, cuando los asesinos se sienten en el banquillo que les espera fatalmente». Félix Pita Rodríguez, La Nueva España, 1937
Estremecedor testimonio del que fuera secretario del Juzgado de Burgos en julio de 1936.
Antonio Ruiz Vilaplana (Barcelona, 1905-Ginebra, 1973). Cursó los estudios de Derecho en Madrid. En 1928 aprobó las oposiciones de Secretario Judicial. Él mismo detalla en el inicio de Doy fe... los juzgados por donde pasó (Riaza, El Ferrol y Madrid) desde esa fecha hasta su llegada a Burgos en noviembre de 1935. Pese a su juventud era, además de secretario del Juzgado de Instrucción de Burgos, presidente del Colegio de Secretarios Judiciales. Antes de su salida de la zona franquista fue designado secretario instructor de la Comisión de Incautación de Bienes de Burgos. También fue oficial letrado del Tribunal de Cuentas de la República. Políticamente se definía como republicano en un sentido amplio, pero no militaba en ningún partido. Menos conocido es que, durante la República y hasta su incorporación al juzgado de Burgos, se ocupó como periodista de la sección de justicia del diario republicano Ahora, dirigido desde 1931 por el conocido periodista y escritor Manuel Chaves Nogales. Harto de las atrocidades que presenció en Burgos, Ruiz Vilaplana renunció a su carrera y cruzó la frontera rumbo a Francia el 30 de junio de 1937. En París escribió y publicó este libro.
Antonio Ruiz Vilaplana (Barcelona, 1905-Ginebra, 1973). Cursó los estudios de Derecho en Madrid. En 1928 aprobó las oposiciones de Secretario Judicial. Él mismo detalla en el inicio de Doy fe... los juzgados por donde pasó (Riaza, El Ferrol y Madrid) desde esa fecha hasta su llegada a Burgos en noviembre de 1935. Pese a su juventud era, además de secretario del Juzgado de Instrucción de Burgos, presidente del Colegio de Secretarios Judiciales. Antes de su salida de la zona franquista fue designado secretario instructor de la Comisión de Incautación de Bienes de Burgos. También fue oficial letrado del Tribunal de Cuentas de la República. Políticamente se definía como republicano en un sentido amplio, pero no militaba en ningún partido. Menos conocido es que, durante la República y hasta su incorporación al juzgado de Burgos, se ocupó como periodista de la sección de justicia del diario republicano Ahora, dirigido desde 1931 por el conocido periodista y escritor Manuel Chaves Nogales. Harto de las atrocidades que presenció en Burgos, Ruiz Vilaplana renunció a su carrera y cruzó la frontera rumbo a Francia el 30 de junio de 1937. En París escribió y publicó este libro.