La situación parte de un esquema clásico: un matrimonio lleva una vida feliz y armoniosa hasta que el marido descubre fortuitamente que la esposa ha tenido una aventura, cuyo alcance ignora, con su socio y amigo. A raíz de este descubrimiento, la relación se va deteriorando a pasos agigantados, mientras el marido se debate obsesivamente ante el dilema que se plantea: ¿qué podría soportar mejor: la comunión espiritual entre la mujer y el intruso, o la lujuria desencadenada, que podría ser tan sólo un capricho de la carne? ¿Dúo o duelo?: así rezaba la faja publicitaria de la edición francesa original de este libro. Colette, feminista avant la lettre y sin alardes extraliterarios, muestra con extraordinaria agudeza psicológica el contraste entre la actitud de la mujer -un personaje adulto, desculpabilizado- y la puerilidad moral del marido. El conflicto sucede en una casa de campo, con la verja como testigo y la gente del pueblecito como telón de fondo; gente que husmea y que adivina las más secretas verdades de los "señores", obligados a fingir absoluta normalidad a causa de la sacrosanta obligación
Sidonie-Gabrielle Colette (1873-1954) fue la primera mujer moderna del siglo XX. Su fascinante vida arranca en la época del decadentismo de finales del siglo XIX y termina en los años cincuenta, rodeada de gatos en un lujoso apartamento de París, después de pasar por los escenarios, ambientes, movimientos artísticos y hechos históricos más destacados de su tiempo: los salones mundanos de la Belle Époque, el ambiente del Lesbos finisecular, el bajo mundo del music-hall y el cabaret, el periodismo y la literatura, las trincheras de la Primera Guerra Mundial, el incipiente arte del cinematógrafo, los felices años veinte, los nazis en París... Sin embargo, a pesar de su celebridad como novelista y de ser una de las personalidades más conocidas de Francia, fue una mujer profundamente reservada y recelosa, que se resistía ferozmente a ser conocida.