No resulta exagerado afirmar que los antiguos romanos adoraron el amor otorgándole la más alta consideración. Cantaron y alabaron sus excelencias, además de practicar todas sus variantes. El amor ocupó el centro de su pensamiento, a la vez que se instaló en el corazón de la sociedad y se manifestó en sus costumbres.
Relacionado inicialmente con lo sagrado, a partir del siglo i el amor se convierte en institución al multiplicarse sus ritos y representaciones. Se mezcla así con asuntos de alta política basta recordar a César, Cleopatra y Marco Antonio y se encuentra incluso en la raíz de la decadencia del imperio, ejemplificada, entre otros, por personajes como Mesalina o Nerón.
Pierre Grimal es uno de los más destacados latinistas y especialistas actuales en la antigüedad romana.
Pierre Grimal fue uno de los más destacados latinistas y especialistas actuales en la antigüedad romana. Traductor de obras de Tácito, Plauto y Terencio, fue también profesor emérito de la Sorbona, presidente de la Asociación Vita Latina y miembro de la Sociedad Francesa de Arqueología Clásica, de la Sociedad de Egiptología, de la Real Academia Sueca de Historia y de la Real Academia Belga.
Además de sus obras editadas en Paidós, ha publicado también, en castellano, Las ciudades romanas, La civilización romana, La formación del Imperio Romano, El helenismo y el auge de Roma, El siglo siglo de Augusto y Mitologías.