El cadáver de Sergio, un joven de 18 años, aparece en una playa de Ibiza a los pies del acantilado del mirador del Ayuntamiento. La investigación policial revela que era un muchacho sin problemas ni enemigos. un chico retraído y en su mundo, con un reducido grupo de amigos envueltos en trapicheos de poca monta, pero en los que Sergio, siempre dispuesto a ayudar a los demás, creía y confiaba. La edad del chico y la falta de pistas que indiquen lo contrario inducen al juez a archivar el caso como suicidio, pero a Ariel y David, dos de los policías encargados del suceso, no les cuadran las cosas y decidirán seguir investigando para esclarecer las incongruencias de una muerte sin por qué.