En Central City, una localidad petrolera al oeste de Texas, la vida era muy tranquila hasta que el sheriff adjunto, Lou Ford, a quien todos tenían por un hombre sin grandes luces, tranquilo y afable, empieza a experimentar recidivas de «la enfermedad» que le hizo cometer un crimen en su juventud. Desde aquel entonces, el objetivo de Lou había sido afectar normalidad y ocupar sus noches en la compañía de Amy Stanton, una chica de buena familia, como él. En este libro, Lou cuenta de buen grado su propia historia, que culmina en un orgiástico y feroz apocalipsis de sangre, y que comienza con las muertes de Joyce Lakeland, una mujer de dudosa moral, y Elmer Conway, hijo de un magnate, además del aparente suicidio del reo Jonien Papas, confesión tácita de su culpabilidad.
JIM THOMPSON (Anadarko, Oklahoma, 1906 - Los Ángeles, California, 1977)Es uno de los mayores exponentes de la novela policíaca norteamericana del siglo XX, además de un notable guionista cinematográfico. Hijo de un sheriff y de una maestra, su familia llegó a hacer fortuna con el petróleo y acabó perdiendo hasta el último centavo, por lo que Jim tuvo que empezar a trabajar como periodista siendo aún muy joven. Fue entonces cuando comenzó también a escribir sus primeros relatos breves.Miembro del Partido Comunista durante los años 1936-1938, fue víctima en la década de los cincuenta de la caza de brujas del senador McCarthy, pero su carrera profesional no se vio mermada por ello. Trabajador infatigable, escribió relatos, novelas y colaboró con la industria de Hollywood, firmando guiones para películas de la categoría de Atraco perfecto, dirigida por Stanley Kubrick.Entre sus obras, son memorables El asesino dentro de mí (1952), La huida (1959), Los timadores (1963), 1280 almas (1964) y El hijo de la ira (1972), todas ellas publicadas por RBA.