Tras más de sesenta años de ausencia, Elsa Medina Osorio regresa a La Desembocadura, el viejo caserón familiar al que vuelve con la intención de celebrar una gran fiesta para, después, poder morir feliz. Cuanto la rodea la lleva a recordar a todos los que poblaron la casa con sus vidas. Su poderosa fantasía, junto con las historiadas cartas de su hermana Magdalena, dotan a Elsa del mágico poder de dar vida incluso a los muertos, en particular a los que sucumbieron al beso de Vladimir El Cosaco. Poco a poco acuden todos a La Desembocadura: no falta Genaro, aquel primo algo dandy al que encontraron asesinado en una celda del convento de Madre de Dios, ni, por supuesto, el deseado pero fatídico Vladimir. El beso del cosaco, en la estela de la conocida novela de Mendicutti titulada El palomo cojo, es una magnífica reflexión sobre los fantasiosos poderes de la memoria que hará reír y, a la vez, estremecer al lector.
Eduardo Mendicutti nació en
Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) en 1948. En 1972 se trasladó a Madrid, donde
obtuvo el título de periodismo y donde vive desde entonces. Ganador de premios
como el Café Gijón y Sésamo, ha publicado más de diez obras, todas ellas con
gran éxito de crítica y de público, que han sido traducidas a diversos idiomas.
Dos de sus novelas, El palomo cojo y Los novios búlgaros, han inspirado sendas
películas homónimas dirigidas, respectivamente, por Jaime de Armiñán y Eloy de
la Iglesia. En 2002, su novela El ángel descuidado ganó el Premio Andalucía de
la Crítica.