Todo artista es visionario y G. Sand en este escrito lo fue. Además de los argumentos patrimoniales y estéticos que muchos intelectuales esgrimieron para defender Fontainebleau, la escritora aborda su protección por motivos ecológicos, educativos y sociales, considerando el bosque como una herencia que se debe ceder intacta.
Aurora Dupin (George Sand) nació en París en 1804 y desde muy joven, en parte gracias a su esmerada educación, se reveló como una persona inteligente, curiosa, creativa, inconformista y con grandes dotes para la música, la pintura y, sobre todo, para la literatura. Fue una escritora extraordinariamente prolífica, ya que a sus numerosas novelas y obras teatrales hay que añadir las colaboraciones en prensa y una abundantísima correspondencia. Su dedicación a la escritura no le impidió llevar una vida de auténtica heroína romántica, apasionada en sus intensas relaciones sentimentales y comprometida con sus convicciones políticas y artísticas, así como con su propio sexo, del que siempre se enorgulleció a pesar de haber adoptado un seudónimo masculino.