MOLINA, TIRSO DE / DE MOLINA TIRSO
Pocos personajes del teatro universal han conseguido la popularidad de Don Juan, que, convertido en un mito universal, encarna muy diversas pasiones humanas y suscita problemas ideológicos de toda índole. Si en el folclore europeo se documentan tradiciones del convidado de ultratumba y tampoco faltan precedentes literarios del tipo del burlador de mujeres, es innegable que la figura concreta capaz de engendrar una larguísima descendencia en muchas literaturas y géneros es El burlador de Sevilla, que Tirso de Molina alumbró en una creación genial. Se ha convertido ya en tópica hablar de las imperfecciones de la comedia y de su ruda improvisación. En la edición de Ignacio Arellano, profesor de la Universidad de Navarra, el lector podrá encontrar un texto depurado en el minucioso cortejo de fuentes, un análisis de los complejos problemas de génesis y autoría, el resumen de las principales líneas interpretativas y, en fin, una demostración crítica de la espléndida eficacia escénica y poética de la obra.
Seudónimo de Fray Gabriel Téllez nació en Madrid en 1579 o 1584 (ambas fechas aparecen en su biografía). Siendo muy joven ingresó en la Orden de la Merced y estuvo en América de donde regresó a los dos años para vivir largo tiempo en Toledo, donde fue Superior del convento de los Mercedarios. Se dio a conocer como escritor de comedias con el seudónimo de Tirso de Molina, pero denunciado por su labor teatral dejó de escribir durante diez años. Cultivó todos los géneros en uso en su época y sus obras pueden dividirse en autos sacramentales, comedias religiosas, comedias de historia nacional, comedias de carácter, comedias de intrigas, las grandes creaciones dramáticas y obras en prosa. El elemento relevante de su teatro es la creación de caracteres psicológicos, especialmente femeninos y el uso de una mayor naturalidad. En su obra abundan los paralelismos entre la vida temporal y la eterna, entre la vida religiosa y mundana, entre amores místicos y profanos. Sus dos obras más conocidas son Don Gil de las calzas verdes y El burlador de Sevilla.