En medio de una romería, los vecinos de Getxo descubren el cadáver de la joven y hermosa Anari, y sobre ella, gritando desesperado, a un joven del otro margen de la Ría. Al día siguiente, en la librería de Sancho Bordaberri, alias Samuel Esparta, entran dos niños dispuestos a dar sus ahorros para contratar sus servicios como investigador privado: quieren demostrar que el sospechoso es inocente.Samuel descubrirá que fueron muchos los que vieron a Anari la noche fatídica, y que el caso se complica porque sus pesquisas se cruzan con las del comisario de la policía Político-Social. Por si fuera poco, se dará de bruces con una persistente leyenda popular sobre los cementerios costeros, que vierten sus cadáveres al mar, donde tal vez los amantes vivan juntos en la eternidad.
Ramiro Pinilla es un caso único en la literatura española. Nacido en Bilbao en 1923, se dio a conocer en los años sesenta con novelas como Las ciegas hormigas (1961, Tusquets Editores, 2010), ganadora del Premio Nadal y del Premio de la Crítica, o Seno, finalista del Planeta en 1971. Pero tras ese comienzo exitoso, Pinilla decidió publicar sólo en pequeñas editoriales durante más de treinta años. La publicación en 2004 y 2005 de Verdes valles, colinas rojas, una excepcional trilogía compuesta por La tierra convulsa, Los cuerpos desnudos y Las cenizas del hierro ?Premio Euskadi, Premio Nacional de la Crítica y Premio Nacional de Narrativa? devolvió a Pinilla a la palestra y descubrió a muchos que se trataba de uno de los grandes escritores contemporáneos. Así lo confirmaron sus novelas La higuera (2006), Antonio B. el Ruso, ciudadano de tercera, Sólo un muerto más (2009) o sus narraciones breves, Los cuentos (2011), obras todas ellas publicadas por Tusquets Editores. Aquella edad inolvidable es tal vez su novela más emotiva, una historia sobre la desesperanza y sobre cómo salvaguardar la dignidad, y también una luminosa historia de amor, un sobrecogedor relato de familia y una memorable fábula moral.