El cielo de los animales sólo se puede describir como un deslumbrante volumen de relatos sobre personas agobiadas por la pérdida, la culpa o lo implacable del amor.
Fray Luis de Granada (1504-1588) creció bajo la protección de la familia Mendoza. Dominico con una sólida formación teológica y gran predicador, la publicación de sus primeras obras le supuso problemas con la Inquisición que le obligaron a marchar a Portugal, donde continuó predicando y escribiendo hasta su muerte.