CASTANEDA, CARLOS / ESTRADA, RAFAEL (Ilustración)
"Existe un poder incalculable al alcance de la mano, escondido dentro de nuestro ser, y que podemos alcanzarlo. Una vez que lo alcanzamos, empezamos a ver, a percibir como algo real y concreto. Es una percepción acrecentada, un conocimiento silencioso..."
Don Juan
"No necesitamos que nadie nos enseñe brujería, porque en realidad no hay nada que enseñar. Lo que necesitamos es un maestro que nos convenza de que existe un poder incalculable al alcance de la mano, escondido dentro de nuestro ser, y que podemos alcanzarlo. Una vez que lo alcanzamos, empezamos a ver, es decir a percibir algo más, no como una cosa de la imaginación, sino como algo real y concreto. Y después comenzamos a saber de manera directa, sin tener que usar palabras... Es una percepción acrecentada, un conocimiento silencioso ...".
En el universo hay una fuerza incomensurable e indescriptible que nos hace percibir y que los brujos llaman INTENTO, con la cual absolutamente todo cuanto existe está enlazado mediante un vínculo de conexión.
La brujería de Don Juan podría definirse como el proceso de limpiar, desempolvar nuestro vínculo con el INTENTO. En esta octava obra, Carlos Castaneda nos introduce al enigma del espíritu que es la maestría del INTENTO.
"Desde que por primera vez se publicó mi trabajo, me han preguntado si mis libros son ficción. Y yo he manifestado continuamente que lo que he hecho en mis libros, es describir fielmente las diferentes facetas de un método de instrucción utilizado por Don Juan Matus un indio mexicano brujo para enseñarme a comprender el mundo en términos de un grupo de premisas que él llamaba brujería.
El aprender a manejar de manera inteligente el mundo de la vida cotidiana, nos toma años de adiestramiento. Nuestra preparación, ya sea en el razonamiento mundano o en temas especializados, es muy rigurosa, porque el conocimiento que se nos trata de impartir es muy complejo. Idéntico criterio puede aplicarse al mundo de los brujos; sus métodos de enseñanza, los cuales dependen de la instrucción oral y de la manipulación de la conciencia de ser, aunque diferentes de los nuestros, son igualmente rigurosos, puesto que su conocimiento es tan, o hasta quizá más, complejo que el nuestro".