ONCE RELATOS DE LOCURA COTIDIANA
Tanizaki explora sin complejos el crimen, la maldad, los vericuetos de la creación artística y los deseos más inconfesables.
Un artista obsesionado por crear una obra de belleza perfecta y sublime; un pintor engreído que solo tiene talento para el mal; un asesino confeso que relata sus crímenes con total indiferencia; una desdichada geisha convertida en el oscuro objeto de deseo de un mono; un niño que descubre el sentimiento del odio y los placeres del sadismo; la trágica historia de tres hombres enamorados de una mujer de pérfida hermosura
Tanizaki despliega todo su poder narrativo para ofrecer un seductor retrato del Japón de los años veinte poblado por personajes tan insólitos como fascinantes.
La obra de Tanizaki es vasta y reveladora de las múltiples facetas de una cultura enraizada en siglos de tradición, que intenta sobrevivir a la avalancha tentadora de nuevas ofertas, adoptando las más convenientes y reivindicando sus logros más valiosos, aquellos que la definen como una cultura única y auténtica, inscrita en los reclamos de lo humano. Tanizaki representa, como ningún otro autor de su tiempo, el espíritu y la esencia de lo japonés.
Tanizaki representa, como ningún otro autor de su tiempo, el espíritu y la esencia de lo japonés.
«Tanizaki bien puede ser considerado el novelista japonés más sobresaliente del siglo XX». The New York Times.
Eterno candidato al premio Nobel, Tanizaki destacó también como autor de ensayos, entre ellos el mítico «El elogio de la sombra».
(Tokio, 1886-Yugawara, 1965). Uno de los principales exponentes de la literatura japonesa del siglo XX, se licenció en la universidad de Tokio y pronto se sintió atraído por la literatura occidental. En 1949 fue galardonado con el Premio Imperial de Literatura por su obra La madre del capitán Shigemoto. En 1956, suscitó una gran polémica con su obra La llave por su audacia.